Hoy escribo sobre un tema que me ha hecho reflexionar de camino a casa. En la película Campeones aparecen varias secuencias en las que los medios de comunicación se hacen eco de una noticia relacionada con el mismo tema: el deporte y la discapacidad. A continuación, el por qué de mi cavilación.
Resulta que, mientras en el resto de la sala del cine se pasaban por alto ciertos detalles, a mí me ha sorprendido que si quiera aparecieran en formato de noticias destacadas. No es por nada, pero no es habitual que ningún tipo de medio dedique el mismo espacio ni la debida importancia a temas de deporte minoritario; por no hablar ya de equipos formados por personas con discapacidad intelectual. Aunque ojalá se diera más visibilidad a este tipo de eventos.
Ya es conocida la excusa de siempre: el telediario tiene un tiempo limitado, la radio necesita solo las noticias más importantes (aquellas que afecten a más personas) y el periódico tiene las páginas contadas. Pero, ¿qué pasa con las redes sociales?
En esta película, de la cual no voy a contar más de aquello que ya se sabe, es destacable la mirada desde la otra perspectiva, ya que los verdaderos protagonistas son las personas discapacitadas que aparecen en la cinta. A las que, por cierto, hay que aplaudir el trabajo que han demostrado en toda la trama, ya que el papel de cada uno ha sido impecable y totalmente creíble.
Aunque volviendo al tema que me interesa, estos eventos de los que hablaba anteriormente aparecen tanto en la portada de un periódico, aunque sea en un pequeña espacio sobre la parte superior de la página; como en el telediario de La 2, seguida de una noticia sobre música; e incluso con un reportero a pie de cancha con micrófono en mano y entrevistando (o algo parecido) a uno de los jugadores. ¿Realmente se ve eso?
Además, se habla en un momento dado de la categoría profesional. Porque no nos equivoquemos, ellos cuentan con sus Juegos Paralímpicos, lo que equivale a esa concentración de gente y suma de millones de inversión en las Olimpiadas. A pesar de que en la primera categoría no se invierten ni la mitad de los esfuerzos (ni tampoco los espectadores en pantalla o los visitantes), pese a tener mucha más importancia de manera social, educativa y de concienciación colectiva.
Lo que vengo a resumir es si a partir de ahora nos vamos a interesar más por los colectivos minoritarios, en este caso por una asociación (la que queramos) en materia de discapacitados o de ayuda a familias desfavorecidas; si este proceso durará un tiempo o si cuando salgamos del cine volveremos a nuestra rutina y nos olvidaremos de la función de muchas asociaciones. Espero que no pase como otras tantas veces y que de verdad nos tomemos más en serio el tema, porque la verdad que esta película abre mucho los ojos.
Es más, en varias ocasiones, algunos diálogos hacen alusión a la poca financiación con la que cuentan estos grupos, pese a que muchos de ellos tengan una categoría profesional o de rendimiento. Además, la profesión periodística hace su aparición en alguna que otra escena, por lo que podríamos replantearnos desde dentro si, pese a que la gente se informará de lo que se le ofrezca antes de solo aquello que quiera (que para eso está internet con conexión directa a los temas), es realmente necesario un cambio de mentalidad más abierta e igualitaria. ¿No deberían tener todos su propio espacio, más allá de los medios nacionales (obligados por ley)?
Resulta que, mientras en el resto de la sala del cine se pasaban por alto ciertos detalles, a mí me ha sorprendido que si quiera aparecieran en formato de noticias destacadas. No es por nada, pero no es habitual que ningún tipo de medio dedique el mismo espacio ni la debida importancia a temas de deporte minoritario; por no hablar ya de equipos formados por personas con discapacidad intelectual. Aunque ojalá se diera más visibilidad a este tipo de eventos.
Ya es conocida la excusa de siempre: el telediario tiene un tiempo limitado, la radio necesita solo las noticias más importantes (aquellas que afecten a más personas) y el periódico tiene las páginas contadas. Pero, ¿qué pasa con las redes sociales?
En esta película, de la cual no voy a contar más de aquello que ya se sabe, es destacable la mirada desde la otra perspectiva, ya que los verdaderos protagonistas son las personas discapacitadas que aparecen en la cinta. A las que, por cierto, hay que aplaudir el trabajo que han demostrado en toda la trama, ya que el papel de cada uno ha sido impecable y totalmente creíble.
Aunque volviendo al tema que me interesa, estos eventos de los que hablaba anteriormente aparecen tanto en la portada de un periódico, aunque sea en un pequeña espacio sobre la parte superior de la página; como en el telediario de La 2, seguida de una noticia sobre música; e incluso con un reportero a pie de cancha con micrófono en mano y entrevistando (o algo parecido) a uno de los jugadores. ¿Realmente se ve eso?
Además, se habla en un momento dado de la categoría profesional. Porque no nos equivoquemos, ellos cuentan con sus Juegos Paralímpicos, lo que equivale a esa concentración de gente y suma de millones de inversión en las Olimpiadas. A pesar de que en la primera categoría no se invierten ni la mitad de los esfuerzos (ni tampoco los espectadores en pantalla o los visitantes), pese a tener mucha más importancia de manera social, educativa y de concienciación colectiva.
"Es realmente necesario
un cambio de mentalidad
más abierta e igualitaria"
Lo que vengo a resumir es si a partir de ahora nos vamos a interesar más por los colectivos minoritarios, en este caso por una asociación (la que queramos) en materia de discapacitados o de ayuda a familias desfavorecidas; si este proceso durará un tiempo o si cuando salgamos del cine volveremos a nuestra rutina y nos olvidaremos de la función de muchas asociaciones. Espero que no pase como otras tantas veces y que de verdad nos tomemos más en serio el tema, porque la verdad que esta película abre mucho los ojos.
Es más, en varias ocasiones, algunos diálogos hacen alusión a la poca financiación con la que cuentan estos grupos, pese a que muchos de ellos tengan una categoría profesional o de rendimiento. Además, la profesión periodística hace su aparición en alguna que otra escena, por lo que podríamos replantearnos desde dentro si, pese a que la gente se informará de lo que se le ofrezca antes de solo aquello que quiera (que para eso está internet con conexión directa a los temas), es realmente necesario un cambio de mentalidad más abierta e igualitaria. ¿No deberían tener todos su propio espacio, más allá de los medios nacionales (obligados por ley)?
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