Las épocas de crisis económicas y de gobierno no benefician a nadie. Y mucho menos a los medios de comunicación. La presión ejercida por los políticos sobre la manera en la que deben darse determinadas informaciones es cada vez mayor, ya que una noticia poco beneficiosa para el propio partido supone el descontento y desconfianza de la población y de los posibles votantes. En muy poco tiempo, ese silencio que intentan imponer a los medios se ha visto reflejado en los continuos ceses de programas o despidos de periodistas brillantes, como el caso de Ana Pastor sucedido este año.
Este es un lugar donde compartir las curiosidades del día a día con las que me voy encontrando.