Hace dos noches pudimos presenciar la gran fiesta del cine español, una gala cargada de emociones y momentos inolvidables para los ganadores y los profesionales del cine que allí se encontraban; y por otro lado, llena de reivindicaciones y alabanzas para el cine español, muy perjudicado estos últimos años. Casi superadas las 48 horas después del evento, los comentarios de los protagonistas de la noche aún siguen dando pie a conversaciones y a las redes sociales y en los medios de comunicación.
La clara ganadora fue la película de Álex de la Iglesia, Las brujas de Zugarramurdi, con 8 estatuillas, seguida muy de cerca por los 6 goyas de Amar es fácil con los ojos cerrados, una creación de David Trueba; además de ganar por primera vez Javier Cámara un Goya tras años de nominaciones. El dato curioso es, que a pesar del reconocimiento a las distintas películas que fueron nominadas, la cartelera no les fue tan favorecedora (Las brujas de Zugarramurdi fue la que consiguió superar el millón de euros). Algunas de estas películas volverán a la cartelera tras los premios para intentar superarse tras el empujón de los Goya.
Otra cara negativa fue la baja audiencia, respecto de la esperada en un principio, que recibió la gala presentada por Manel Fuentes. Una noticia de la que muchos medios (por no decir todos) se han hecho eco. Aunque, como ya decíamos antes, las redes sociales sí que lograron cumplir su misión para con los premios.
La gran ausencia fue la del ministro de educación, cultura y deporte español, y para la que muchos esperan una respuesta ante este "desprecio" por parte del señor Wert.
Por ahora solo nos queda esperar hasta el año que viene para ver la siguiente gala.
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